Los grandes bancos de inversión, incluidos Goldman Sachs, Morgan Stanley y JPMorgan, han decretado la vuelta 'full time' a la oficina en Nueva York, mientras el miedo a los despidos ante una recesión evita motines, como el que vivió Apple.
Caitlin Johnson tenía que haberse incorporado a la gestora de fondos para la que trabaja el 5 de septiembre. Pero era festivo en Estados Unidos. El Día del Trabajador. Así que pudo retrasar un día más la vuelta a la oficina.
Aunque esta firma de inversión de Wall Street ya había puesto en marcha antes del verano un programa híbrido entre el teletrabajo y la presencialidad, Johnson había llegado a un acuerdo con sus jefes para seguir en su casa colaborando a tiempo completo hasta que diera a luz. Después vino la baja por maternidad.
Reconoce que tras más de dos años sin pisar la oficina la vuelta no ha sido fácil. Aunque agradece el contacto cercano con sus compañeros. En este tiempo, son muchas las caras nuevas que se han incorporado. "Los conozco gracias a las videollamadas", pero hasta este mes no los había visto nunca en persona.
¿Le gustaría seguir teletrabajando? La gestora de Wall Street duda. "Creo que no es una opción. Aun así, podemos conectarnos desde casa un día un día a la semana. Pero esto no es Apple", concluye.
Se refiere, precisamente, al motín que se ha producido este verano en la firma de Cupertino, donde tenían que haber vuelto a la oficina a principios de septiembre. Es el segundo intento fallido del gigante tecnológico, que en diciembre de 2021 ya tuvo que dar marcha atrás a sus planes de volver a llenar sus sedes estadounidenses. El argumento de los trabajadores es que han sido "más felices y productivos" durante los meses de teletrabajo. La tesis que defiende la empresa, en palabras de su consejero delegado, Tim Cook, es que la decisión sólo trata de "preservar la colaboración en persona, que es tan esencial para nuestra cultura".
En Wall Street, no hay motines. Han vuelto las jornadas interminables y el afterwork al salir de la oficina. Eso sí, con alguna licencia. Una relajación en la forma de vestir. El casual business es la etiqueta por excelencia. Adiós, aunque sea temporalmente, a corbatas y tacones. Al menos, cuando no hay reuniones con clientes.
Goldman Sachs, Morgan Stanley y JPMorgan son los tres grandes bancos de Wall Street que han liderado la vuelta a tiempo completo a la oficina. El resto ha seguido sus pasos. Bank of America está ultimando su programa de reincorporación, aunque ya ha adelantado que su objetivo es definir "qué se entiende por flexibilidad", así como fijar unas normas claras "y justas" para todos los empleados.
Hace unos días, por ejemplo, Jefferies Financial Group pidió a sus empleados que vuelvan a la sede de una forma "más constante", aunque al mismo tiempo aseguró que no tiene problema en que se utilice el trabajo de vez en cuando.
En verano, Citigroup fue uno de los más flexibles, permitiendo que en agosto su plantilla teletrabajara desde donde quisiera, siempre y cuando estuvieran dentro del país donde están contratados. En septiembre, de momento, es obligatorio pasar tres días a la semana por la oficina, una política que también se aplica en algunos fondos, como es el caso de Apollo.
Desde los promotores inmobiliarios especializados en el sector de oficinas, confían en que este nuevo curso será clave para ellos. En privado, reconocen que el miedo a una recesión y a posibles despidos en Wall Street será el catalizador definitivo para vencer cualquier resistencia a llenar los rascacielos de la Nueva York.
Y aunque el desempleo en Estados Unidos está en mínimos históricos y sobran vacantes en restaurantes y hoteles, lo cierto es que las primeras alarmas ya han llegado al sector financiero. Goldman Sachs anunció hace unos días que despediría a cientos de empleados, mientras que Citigroup y Wells Fargo han recortado plantilla en la división hipotecaria ante la caída del mercado residencial en EEUU.
Más allá del la banca, Microsoft, Tesla, Snap, Bed Bath & Beyond, North Face o varias start up ligadas al mundo cripto han anunciado algún tipo de despidos en las últimas semanas. En ese contexto, no es de extrañar que los trabajadores de compañías en problemas, como Peloton, no hayan dudado en dejarse ver a tiempo completo por la oficina a la vuelta del verano.
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GOLDMAN SACHS
El año pasado, como incentivo para ir a la oficina, Goldman Sachs puso en su sede un puesto de café gratis. En septiembre, cada uno se paga su café, porque trabajar cinco días a la semana en la oficina es obligatorio.
CITI
La entidad liderada por Jane Fraser se ha convertido en una de las pocas que sigue defendiendo el modelo híbrido en Wall Street tras el verano y apuesta por combinar tres días presenciales con dos desde casa.
JEFFERIES GROUP
Jefferies Group ha pedido a sus empleados que vuelvan, pero de forma voluntaria para la mayoría. Solo se lo ha exigido a los sénior, para que den ejemplo y motiven así el retorno de los más jóvenes.